En este paso, el proveedor de apoyo no financiero evalúa las necesidades de la OPS que decide apoyar respondiendo las siguientes preguntas:

• ¿Cuáles son las necesidades generales de las OPS a intervenir?
• ¿Hay una relación entre estas necesidades y los servicios de apoyo estratégico que puede ofrecer?

Si las respuestas a estas dos preguntas son positivas, se continúa con una valoración más puntual de las necesidades de las OPS. Antes de realizar diagnósticos con mayor profundidad, se recomienda contestar unas preguntas orientadoras para identificar oportunamente las herramientas de diagnóstico de necesidades más apropiadas y calibrar la visión para desarrollar el plan de trabajo conjuntamente con la OPS (ver paso 3).

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Una vez valoradas las áreas de apoyo mediante las preguntas orientadoras, se continúa con la selección de herramientas de diagnóstico que permitan precisar el estado de desarrollo de la OPS en los diferentes ejes estratégicos. Existen muchas metodologías y herramientas de diagnóstico públicas y de libre acceso que pueden utilizarse o ajustarse para evaluar el nivel de desarrollo de la OPS y su nivel de preparación para cada eje estratégico. A continuación, puedes encontrar algunas:

Diagnóstico de capacidades organizacionales (OCA)

Village Capital Viral Pathway

Autodiagnóstico Fundación Bolívar Davivienda

Pact Organizacional

Una vez seleccionadas las herramientas de diagnóstico, el proveedor del apoyo no financiero y la OPS completan las herramientas de evaluación de necesidades. Se recomienda que el diagnóstico se lleve a cabo por las dos partes para asegurar una horizontalidad en la relación y una alineación de expectativas. Otra opción es que cada una realice la evaluación por su cuenta y luego comparen los resultados; así pueden entablar un diálogo que les ayudará a discutir las coincidencias o diferencias, si existen, y decidir los pasos a seguir.

Cabe recalcar que el ejercicio de diagnóstico ayuda al proveedor del apoyo y a la OPS a partir de una base en la que se acuerda el estado de preparación (readiness) de la OPS, la priorización de las áreas de apoyo que requieren una intervención más urgente y el plan de apoyo no financiero que contribuya a lo que la OPS planea lograr. Dependiendo de los resultados, ambas partes decidirán si se profundiza el análisis de las áreas que requieren más atención o se pasa a desarrollar un plan de trabajo del apoyo no financiero.