Una vez realizada la evaluación a profundidad de las necesidades de la OPS por el proveedor del apoyo y la autoevaluación de la OPS (ver paso 2), se desarrolla el plan de trabajo con servicios que cubran las necesidades de la OPS según su etapa de preparación y la priorización de las áreas de intervención para el apoyo no financiero.
Desarrollar un plan de trabajo tiene ventajas como:
Una vez que los objetivos se establecen para el plan de apoyo no financiero y las áreas de apoyo prioritarias se hayan acordado, se desarrolla el plan de apoyo con los siguientes componentes:
La situación inicial en la que se encuentra la OPS a partir de los resultados de la evaluación de necesidades realizada en el paso 2. La línea base se acuerda entre la OPS y el proveedor del apoyo no financiero y se utiliza para medir y comparar los resultados de ambas partes.
El objetivo que se espera alcance la OPS al final de la intervención en las áreas de apoyo principales.
Los hitos marcan los avances que deben alcanzarse para lograr el objetivo final. Cada hito debe estar vinculado a un período específico que permitirá al proveedor de apoyo no financiero monitorear el progreso de la OPS para hacer ajustes o correcciones. La meta, los hitos y los plazos deben ser realistas y elegirse conjuntamente con la OPS.
Son los cambios, beneficios, aprendizajes u otros efectos (tanto a largo como a corto plazo) que resultan de las actividades. Los resultados deben usarse para hacer un seguimiento del logro de los objetivos por parte de la OPS, una vez que el plan de apoyo no financiero se haya implementado en el paso 4.
Materializan información sobre el apoyo que los colaboradores internos y externos han entregado a la OPS (por ejemplo, un plan de negocios o una teoría de cambio).
La siguiente herramienta contiene una plantilla para desarrollar el plan de apoyo no financiero.